RETO MÓDULO 5
La mayoría de los ciudadanos piensan que la igualdad se ha logrado en nuestro país, tal vez porque se han conseguido derechos fundamentales, tal y como hemos visto en el curso, en las anteriores olas. Esto se refleja en el día a día en nuestros lugares de trabajo.
Pero ¿l@s emplead@s públic@s se han puesto las gafas violetas? Creo que no tod@s. He de admitir que cada vez son más los compañeros que asumen responsabilidades familiares y que nunca me he sentido discriminada en mi actual puesto de trabajo.
L@s funcionari@s somos quizás l@s más privilegiad@s dentro del mercado laboral porque la legislación en temas de recursos humanos contempla muchas situaciones que nos ayudan a conciliar la vida laboral y familiar. Sin embargo estas licencias, excedencias cuando suponen un coste económico las piden en su mayoría mujeres .Primero porque normalmente tienen un sueldo inferior y segundo porque socialmente estas funciones siguen asignadas a las mujeres. Sin embargo, desde que surgieron los permisos de paternidad y lactancia, sin coste económico, los solicitan casi todos los funcionarios.
¿Cómo cambiar esto? Es muy complicado. Tú no le puedes decir a una compañera que no se pida una licencia o reducción de jornada, remunerada o no, para atender a sus hijos, padres etc. Sabes que durante ese tiempo estará apartada de la vida profesional, no podrá hacer cursos, conocer los nuevos programas, aspirar o estudiar para promocionarse. En este sentido el cambio de la mentalidad de la sociedad es la única solución y ahí sí puedo ayudar. Primero educando a mis hij@s en igualdad, no permitiendo ningún comentario o actuación machista etc
La corresponsabilidad no es real, no sólo por lo anterior. A diario, compruebo que nosotras somos las que asumimos la mayor parte de la carga familiar y sobre todo de los hij@s.Existen compañeros corresponsables pero no son la mayoría. He conocido a compañeras muy válidas que han renunciado a jefaturas por ello, somos mujeres no superwoman. Otras no pueden aspirar a promocionarse porque bastante es llevar, como yo lo llamo tristemente, la doble jornada. Si existe una renuncia de la mujer en la Administración a progresar porque cuando tú sales del trabajo vuelves a esa sociedad donde lo “normal” es que la madre se encargue de los libros, las actividades, la ropa etc. de los hij@s. Además, de ser la responsable prioritaria de la colada, la limpieza, compra, comida…y reza porque no haya reuniones escolares, citas con los tutores, actuaciones, fiestas familiares y cumpleaños etc.
¿Qué hago cuando veo a mujeres muy válidas que renuncian a progresar profesionalmente? Si tengo algo de confianza, hablo con ellas, intento que no renuncien y que lo piensen antes de hacerlo, que luchen porque la sociedad las necesita y perdemos gente importante. Todas hemos renunciado alguna vez y procuraré que ninguna tenga que hacerlo.
En el día a día procuro utilizar y expresarme con un lenguaje inclusivo y no sexista, no permito chistes de mal gusto ni comentarios micromachista.
Quisiera terminar con algo que me molesta poderosamente, cuando tu manifiestas que eres feminista y tus congéneres te miran , no todas, con cara de espanto como si fueras una mafiosa y dicen: ”Pues yo no soy feminista porque para mí todos somos iguales , eso es como el machismo”. Y yo les contesto: ”En eso radica el feminismo en conseguir la igualdad efectiva desde la corresponsabilidad y la equidad, lo otro es hembrismo”. ¡¡¡Ufff, queda mucho para que tod@s nos pongamos las gafas violetas!!!
Concluyendo, si la evolución en igualdad en la Administración Pública, que me consta que se lucha y es mayor que en sector privado, no va unida a la de la sociedad…mal vamos. Pero voy mas allá, no la conseguiremos hasta que reine dentro de cada casa.
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